domingo, 31 de enero de 2010

EL REINO DE LEÓN Y SU RELACIÓN CON LA TORMENTARIA

En el año 910, hace ahora 1100 años, el rey García I trasladó la capital del reino de Oviedo a la ciudad de León.

En sus 320 años de existencia el Reino de León protagonizó, de una u otra manera, la Alta Edad Media de toda Hispania. Este reino estuvo encabezado por reyes cuyos nombres aún resuenan en la conciencia de los leoneses. Estos monarcas respetaron las identidades y personalidades de los territorios que se encontraban bajo su égida: no en vano, de León surgió el Reino de Portugal, que jugaría un gran papel en la historia mundial con sus exploraciones.

Desde el principio, León adoptó una actitud beligerante y combativa frente a los invasores musulmanes. Y para combatirlos se sirvió de todas las armas a su alcance. Las máquinas de asedio o “tormentaria” no fueron una excepción: desarrolladas en la Antigüedad Clásica, jugaron un papel vital en la toma de ciudades. Nuestra tierra conoció su uso por parte de los romanos, durante sus asedios a las poblaciones ástures de Bérgidum (Cacabelos) y Lancia (Villasabariego).

Más adelante, a mediados del s. IX, la ciudad de León sufriría un ataque musulmán con catapultas, aunque éstas no fueron capaces de derribar las murallas romanas. Quien sí pudo hacerlo fue Almanzor, el caudillo andalusí que en el año 994 destruyó la capital con ayuda de la tormentaria. Pero el Reino de León también hizo uso de los ingenios bélicos en gran parte de sus luchas, y así ha quedado reflejado en las crónicas de la época.

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